Así será la mega ‘autopista’ para bicicletas que construirá Bogotá
por Holland House | Feb 25, 2020 | Noticias
La Ciclo Alameda del Medio Milenio conectará a El Tunal con la calle 170 y estará a la vanguardia.
En el 2023, Bogotá estrenará una ciclorruta de talla mundial. Llevará el nombre de Ciclo Alameda del Medio Milenio y conectará El Tunal con la calle 170, sur con norte, en un recorrido de 25,6 kilómetros que soportará 43.000 viajes por día. Beneficiará a las localidades de Tunjuelito, Rafael Uribe, Antonio Nariño, Los Mártires, Teusaquillo, Barrios Unidos y Suba.Y busca ser atractiva para que los ciudadanos la elijan como su ruta de transporte.
Tendrá carriles de cuatro metros de ancho (unidireccionales y bidireccionales), iluminación, puntos de refugio en caso de lluvia y cicloparqueaderos para continuar el viaje en otros sistemas de transporte, como TransMilenio y, en su momento, el metro y el Regiotram. Todo un sueño de movilidad sostenible diseñada por colombianos y asesorada por expertos de Holanda.
“Hablamos de una troncal de bicicletas que conectará a la ciudad con el centro extendido a través de una opción de movilidad sostenible: las bicicletas y la peatonalización”, explica Diego Sánchez, director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), entidad que tiene a cargo la materialización del proyecto, que se gestó en la Alcaldía pasada.
En este momento, el proyecto ya tiene estudios de factibilidad (fase II) y el IDU elabora los estudios de detalle (fase III). Con teletrabajo y en medio de la cuarentena nacional, esperan tenerlos listos a finales de abril, para iniciar el proceso de licitación y contratación de obra. Entre unas y otras, calcula Sánchez, la ciclorruta comenzaría a hacerse a mediados de 2021 y quedaría lista en dos años o dos años y medio.
“Si me preguntan por costos. Está dividido en dos partes: el tramo entre las calles 170 y 108 ya está por valorización y va aparte del proyecto, pero empata físicamente. De la 108 a El Tunal costará 65 millones de dólares. Eso está contemplado en nuestro Plan de Desarrollo al 100 %, pero estamos buscando vincular a privados interesados, que podrían dar un apoyo financiero”, detalla Sánchez.
Los beneficios son, a todas luces, para los ciudadanos. “Bogotá tiene muy poca oferta de infraestructura para bicicletas en el sector de El Tunal y El Restrepo. Por eso el proyecto apuntó a esos lugares, con una intención social muy fuerte”, explica Ricardo Montezuma, director de la Fundación Ciudad Humana, experto en movilidad y uno de los asesores que participaron en la definición del trazado desde el trabajo con comunidades.
Al final, este proyecto apuntaría a aumentar el número de viajes en bicicleta y a mejorar su calidad. Hoy, por ejemplo, en Bogotá-Región se hacen más de un millón de recorridos en bicicleta cada día, mayoritariamente de personas de estratos 1, 2 y 3, según cifras de la Encuesta de Movilidad 2019.
De la Ciclo Alameda se comenzó a escuchar en el 2017, aunque en ese momento se conoció bajo el nombre de Quinto Centenario. Ese año se firmó un memorando de entendimiento con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Agencia de Cooperación Alemana GIZ y la Red de Ciudades C40, que apoyaron técnicamente los primeros pedalazos de la iniciativa.
Este proyecto, incluso, contó con la asesoría de expertos holandeses de renombre en temas de bicicleta como Jeroen Buis y Martijn Akkerman. Buis, por ejemplo, habló de la importancia de que la Ciclo Alameda se conectara con otros sistemas de transporte y de que estuviera, en mayoría del trayecto en un carril en corredor mixto y no sobre el andén, como la mayoría de las ciclorrutas capitalinas. Esto con el fin de reducir los conflictos con peatones y salidas de garajes. Introdujo también los conceptos de ecología y seguridad para mejorar la experiencia de viaje.
“Esta infraestructura es muy importante porque conecta muchos lugares, sectores residenciales, comerciales, puntos de atracción. No es una ciclorruta más, es una cicloalameda que tiene mejor calidad. Es un concepto que se usa en Europa, especialmente en Holanda, y los ciclistas la utilizan para distancias más largas por calidad y espacio”, explicó Buis en su momento.
No es una ciclorruta más, es una cicloalameda que tiene mejor calidad. Es un concepto que se usa en Europa, especialmente en Holanda
Montezuma, además, resalta que este es un proyecto sin precedentes en el país y que podría definirse como una versión 3.0 de ciclorrutas: “La generación 1 fueron las que iban por acera; la generación 2, los ciclocarriles en vía que hoy vemos; y la generación 3, esta que tiene integración modal, gran capacidad, servicios complementarios y toda la innovación que dé un viaje seguro y agradable”. Añade que la alameda acarrearía una transformación urbana a sus alrededor.
Este podría ser el principio de otro modelo de bici-espacios en Bogotá. “No deja de ser curioso que uno de nuestros grandes problemas es tener ciclorrutas congestionadas. Esto sería una solucióN”, agrega Montezuma.
Lo que dice la Secretaría de Movilidad
"Un punto clave de esta Ciclo-Alameda es generar una identidad propia y única que grabe el proyecto en la mente de los usuarios como un proyecto icónico en Bogotá. Esto no solo sirve para identificar el proyecto por sus atributos sino también para diferenciarla de las restantes ciclorrutas de la ciudad", aseguró la entidad.
¿Qué lecciones o puntos clave dejaron los holandeses contratados en la consultoría para hacer el proyecto?
A partir de las experiencias internacionales y lecciones aprendidas, este proyecto debe manejar cinco (5) criterios de diseño claves:
1) Corredor verde y saludable: propone un separador verde de 1 metro mínimo al lado de la ciclorruta que mejora la calidad del aire (por ende, la salud de los ciclistas) y además funciona como drenaje de la ciclorruta (sistema de drenaje sostenible – SUDS) con materiales que sean permeables (concreto o asfalto) para que no aumenten los volúmenes actuales de escorrentía ni la temperatura de las vías actuales (dos estrategias que ayudan a mitigar el cambio climático).
2) Corredor coherente: que sea fácilmente reconocible por sus usuarios y vecinos. Utilizando un color que diferencia la Ciclo-Alameda de otras ciclorrutas y que contenga señalización especial para identificar la ruta y a través del uso de elementos de diseño específicos a la Ciclo-Alameda (que no existen en Bogotá ni en Colombia) como refugios para la lluvia, zonas de reparación y mantenimiento y contadores ciclistas.
3) Corredor seguro: debe usar elementos de diseño como el separador verde que protegen y proveen un espacio de amortiguación entre otros usuarios de la vía y la ciclorruta. También propone intersecciones con paso a nivel para los ciclistas, donde el automóvil remonta el andén para pasar la intersección.
4) Corredor incluyente: Sus especificaciones de diseño (anchos, mobiliario especial, luminarias) hacen el espacio más amigable para personas de la tercera edad, niños y mujeres. También es inclusivo en términos socioeconómicos pues conecta zonas de bajos recursos con centros de trabajo y de intensa actividad mientras provee oportunidades de negocios adicionales asociados con la bicicleta (comercialización de bicicletas, reparación y mantenimiento, estacionamientos privados, alquiler de bicicletas) o a procesos de renovación urbana (cafés, restaurantes, comercio al detal).
Dentro de sus principales objetivos esta el generar un cambio modal, utilizar la bicicleta para viajes más largos, reducción de contaminación y mejorar la salud, el mejoramiento del espacio público y calidad de vida, y el desarrollo socioeconómico e integración social.
Medio Milenio
Render de la Ciclo Alameda
¿Hay algún país en América Latina con un proyecto de este tipo?
No existe en Latino América un proyecto que cumpla con las características que tiene este proyecto. No sobra decir, que esta Ciclo-Alameda será la primera ruta rápida para la bicicleta del nivel de alta calidad que vincula las mejores prácticas mundiales de rutas rápidas.
¿Cómo la cooperación internacional apoyó todo esto? ¿Quiénes están detrás del proyecto?
La contribución del BID en el marco de la cooperación técnica “Asociación estratégica con C40 y GIZ GMBH para el establecimiento de una facilidad de financiamiento a ciudades de C40 (CFF) en América Latina y el Caribe para una infraestructura sostenible” destinó recursos por US$400,000 para “la contratación de los estudios de prefactibilidad y factibilidad que conduzcan al diseño definitivo y posterior construcción de la Ciclo-alameda”. La consultoría presento los estudios ante la SDM de prefactibilidad y factibilidad en el 2019 y fueron enviados al Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), para que el IDU viabilice la etapa de inversión del proyecto, que corresponde con el diseño a detalle del proyecto y la ejecución de la obra.
Fuente: https://www.eltiempo.com/bogota/asi-sera-la-ciclo-alameda-de-bicicletas-que-construira-bogota-476292?fbclid=IwAR3LdX-YGBi3QbS0hBKuNj8Py5eejy6LiMhCMNxpajX046270wCZmhoYA-o